Este espacio donde transcurrió el cautiverio de María Claudia y de Anatole y Victoria Julien fue modificado sustancialmente. Era una habitación cerrada en la planta alta, donde se podía mantener aislada y en secreto a una secuestrada que estaba embarazada a término a quien los represores habían decidido asesinar luego de dar a luz para sellar la impunidad del otro crimen cometido contra ella, robarle a su bebé y regalarlo a un comisario de Policía. En este lugar el ex soldado del SID Julio César Barboza vio a María Claudia aunque no pudo hablar con ella. Tiempo después supo que había dado a luz y que la habían llevado de la casa con destino incierto.
En cumplimiento de la sentencia Gelman vs Uruguay de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el 12 de marzo de 2012 se colocó una placa en esta sala en memoria de María Claudia y de los secuestrados y las secuestradas que pasaron por el SID.
En este espacio se exhiben una obra artística de Ernesto Vila llamada “Hecho aquí” y otra de Claudia Anselmi, en memoria de María Claudia. También se exhibe un diaporama con viñetas del artista plástico e ilustrador Sebastián Santana, coguionado por Pincho Casanova y producido por la INDDHH “En esta casa”.